El 19 de febrero de 1903, Don José Trinidad Olaeta, un vasco que había llegado a la Argentina en 1872 con sueños de tierra y trabajo, adquirió un campo cercano a la estación ferroviaria entonces conocida como “Lagunillas”. Con visión y esfuerzo, inició allí un proyecto rural que marcaría el comienzo de una historia familiar y productiva.

Fundó un establecimiento que, tras su partida en 1922, pasó a llevar el nombre de su esposa: Zoraida Bustamante. Desde entonces, ese nombre acompaña cada etapa de crecimiento y transformación.

La administración estuvo a cargo, en sus primeros años, en manos de Don Antonio Zuliani. Luego siguieron su hijo Juan, su nieto Ernesto, y hoy, la responsabilidad está a cargo de Emilio Santa Coloma, bisnieto de Antonio y actual administrador, quien continúa con dedicación la tarea de custodiar y proyectar este legado familiar.

Con el correr del tiempo, el paisaje también fue cambiando. La construcción de espejos de agua artificiales en el oeste cordobés fue trayendo nuevas lluvias, mejorando el clima de la región, lo que aumentó notablemente la aptitud de los suelos para la producción agropecuaria.

Así, con la fuerza de la historia y la mirada puesta en el futuro, fuimos construyendo una explotación integral, cada vez más técnica, más precisa, más viva. Una producción en permanente evolución, con rendimientos y calidades acordes con los mejores suelos de la pampa húmeda.